domingo, 21 de diciembre de 2008

Superhéroe Holyfield


Desde pequeño veía combates de boxeo con mi padre, que era un gran aficionado. Él me enseñó a entender este deporte y a saber todo lo que sé del llamado noble arte. Solía hablarme de los púgiles que admiraba y los hacia parecer héroes a mis ojos.
Con el tiempo yo he admirado a algunos, a esos que sabes que al subirse al ring, nunca te van a defraudar, porque ganando o perdiendo, siempre van a darlo todo. Entre mis preferidos hay tres púgiles a los que he admirado y que, de seguir tan de cerca sus carreras, parece como si pasaran a ser parte de la familia; osea, que lo pasas hasta mal cuando boxean. Holyfield, Castillejo y Hagler.

Anoche tuve la oportunidad de ver a uno de mis superhéroes. Ya está en el final de su carrera pero a sus 46 años está empeñado en seguir boxeando. Para los no aficionados es conocido por perder un trozo de oreja entre las mandíbulas de Mike Tyson. Para mí está entre los cinco mejores pesos pesados de la historia. Ha sido un gran campeón, con un estilo muy ágil e inteligente, y sobre todo, por no rehuir la pelea, por ir a la guerra sin pensárselo dos veces.

Anoche peleaba por el título mundial de los pesos pesados en Suiza, ante el Hombre Montaña de 2'13m. y 141kg. de peso, llamado Nicolas Valuev. En los buenos tiempos de mi superhéroe hubiera convertido al Montaña en gravilla; ahora era ver a David contra Goliat, una pelea desigual fíisicamente, donde según los entendidos, a mi superhéroe lo iban a descuartizar vivo.
A mí nunca me ha defraudado y anoche tampoco lo hizo. Ya no es el que era, pero sacó a relucir la clase que aún le queda, y para mí ganó de calle.
Valuev, al terminar el combate le hizo una pequeña reverencia, y los asistentes corearon su nombre reconociendo y sabiendo que, a su edad, había logrado otra hazaña, pero los jueces se olvidaron las gafas en casa y lo dieron perdedor.
Eso es lo de menos. Éste sí que no tiene que demostrar nada a nadie. Es una leyenda viviente con un físico impresionante y sobre todo, un caballero. Pero creo que deberia poner fin a su magnífica carrera. Se ha enfrentado a los mejores de su época sin rehuir a nadie, no como otros. Echaré de menos verlo subir al ring con la inscripcion Warrior y las siglas de algún pasaje bíblico en su pantalón, pero la verdad es que llegó la hora de el adiós. Tú sí que eres grande .
THE REAL DEAL
EVANDER HOLYFIELD.

1 comentario:

Lego y Pulgón dijo...

Doy fe de que está en una INTERESANTÍSIMA forma física.