En la sala de casa, frente al televisor, miro el partido de fútbol; juega el Athletic y yo, a distancia, hago esfuerzos mentales para que acabe, de lo mal que lo estoy pasando. Mi equipo del alma lleva una temporada desastrosa, como la anterior, bordeando los puestos de descenso; en cada partido nos jugamos la vida y tenemos una necesidad imperiosa de sumar puntos. Está finalizando la segunda parte y vamos ganando1-0 al Valencia; nos tienen acorralados, no hacen mas que atacar y presionar; si nos empatan sería un mal menor. Ahora, como nos ganen, sería una tragedia, no quiero ni pensarlo.
De mi boca salen las palabras ¡PITA YA, HOMBRE !. Pasan unos minutos y por fin acaba. ¡Gracias a Dios! menos mal que ganamos y por fin salimos de la zona de descenso. Aunque lo que realmente me gustaría es que acabara esta temporada con el Athletic salvado y nos dejáramos de sufrimientos .
Me doy cuenta de que tengo las manos apretadas contra mis rodillas y se han quedado dormidas, con los dedos engarrotados por la presión ejercida durante el partido. Pero me he quedado como hipnotizado frente a la tele, no presto atención a las imágenes, sólo escucho un sonido único que he oído desde pequeño y por desgracia siempre a distancia; es un sonido especial, el que sólo se produce en San Mamés, La Catedral.
De lo mas profundo emití un susurro: "No me muero sin estar ahí".
Llega la hora de acostarse; poco a poco voy quedándome dormido y empiezo a soñar. En el sueño estoy un poco nervioso, llevo la bandera de mi tierra y visto los colores rojiblancos de mi equipo y me dirijo a San Mamés. Llego al estadio veo desde fuera su característico arco subo las escaleras a toda prisa, y delante de mí aparece, como un espejismo, en todo su esplendor, La Catedral. Me paro unos minutos a contemplarla e intento memorizar todos sus detalles . Veo como se empiezan a llenar las gradas de gente y van adquiriendo color rojo y blanco. Y, como si lo hubiera hecho siempre, me dirijo a mi localidad, coloco mi bandera y se empieza a oír el murmullo de San Mamés. Y yo, sin darme cuenta, formo parte de ese sonido tan característico, y con el grito que me salía del alma de "¡Athletic Athletic!" , ya era uno mas.
Pense: qué grande es formar parte de esta historia. Podía ver esos miles de personas que sentían lo mismo que yo .
Ese sentimiento es mas profundo que mis tatuajes se lleva mas allá de la piel o el alma. Cómo podría desprenderme de un sentimiento adquirido desde que tengo uso de razón aunque yo haya nacido a mas de 3.000 kilómetros de distancia y me separe un océano. Me enorgullezco de pertenecer a un equipo que no quiere extinguirse; de ser el león que lucha con las armas de antaño , en el que sólo pueden militar los chicos del barrio, sabiendo que es un privilegio único el vestir estos colores .
Suena el despertador. Me levanto de la cama. Después de un par de bostezos me empiezo a vestir , me desayuno , me aseo, entro en mi habitación y me despido de Lego, salgo al patio y me quito de encima al calzarme las botas a los perros, que me dan entre alborotos sus buenos días.
Abro la puerta de la finca, recojo algunas herramientas que me harán falta para el trabajo de hoy , me subo al coche y venga, a trabajar.
Por el camino recuerdo el sueño que he tenido, se me pone una sonrisa y cara de bobo, por la gran satisfacción de saber que yo ya viví ese sueño. Pienso: "ya puedo estar tranquilo he oído el sonido de la Catedral y yo formaba parte de el". Aunque todavía me parezca mentira y tenga que mirar las fotos de vez en cuando.
He plantado muchos arboles por mi profesión ,tendré un hijo y nunca escribiré un libro pero no me importa. Dios me ha otorgado unos privilegios únicos. Ser canario, tener una familia maravillosa y una mujer que ha sido un regalo y he cumplido el sueño de toda mi vida.
El Athletic Club de Bilbao es para mi y para muchos mas que un club, es algo muy especial, único. Está muy arraigado en el pueblo vasco y esto se siente de verdad, conserva unos valores que se han perdido, una filosofía centenaria y una afición realmente grandiosa, única. Su estadio, San Mamés (La Catedral) te hace sentir que pasas a otra dimensión, es una experiencia inolvidable.
Todo lo que pude vivir junto con mi mujer en mi estancia en Bilbao ha superado con creces lo que podía intuir a través del televisor, radio o prensa.
De todo corazón le doy las gracias a las personas que han hecho posible este alucinante sueño que nunca podré olvidar:
-A mi mujer Lego por oír mis susurros y no dejar de sorprenderme
-A Maui y familia por su generosidad y colaboración desinteresada
-Al pueblo vasco por demostrarnos su amabilidad
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PD: aunque yo no este allí mi voz ha quedado en La Catedral , se oirá animando al grito de "¡Athletic Athletic Athletic!" para siempre.
martes, 22 de mayo de 2007
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3 comentarios:
Fue muy emocionante. Me encantó vivirlo contigo
"Pi", No te imagino alli, se que te hubiera gustado que me involucrara mas con el equipo. Pero ya sabes como es esta edad mia, veo a cualquier chico y se me suben los colores. Pero mis colores son y van a seguir siendo los que tu desde pequeña me has enseñado: El rojo y el blanco.
De tu sobrina predilecta, de una leona practcante(en ocasiones...)
Osea, de Maria que te quiere mucho.
PD: Mi madre ya te llamara para contarte que llovio en la habitacion cuando leia tu Blog ;p
(tu ya me entiendes...)
Vaya, veo que el don de reflejar parte de tu alma en lo que escribes no es sólo patrimonio esclusivo de Lego. Casi se me han saltado las lágrimas al leerlo, muchas gracias por compartir con un pobre náufrago ese momento tan maravilloso...
!Athleeetic!!!
www.nufragoentierrafirme.blogspot.com
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